lunes, 23 de enero de 2012

SUBIR LOS IMPUESTOS A VECES NO ES TAN BUENO, Y AHORA MENOS

Como casi todos sabéis, hoy nos encontramos en una coyuntura económica en la que  la necesidad de tomar decisiones por parte de los Gobiernos es clave para evitar un verdadero colapso económico. No obstante, y aunque el tiempo me dará o quitará la razón, ciertas de estas medidas no son las más adecuadas.

Mi intención es explicar el por qué de mi opinión sobre que los impuestos deben ser incrementados en una época expansiva y no en una situación como la actual. Para empezar, me marco el siguiente punto de partida: La Curva Laffer.



La curva de Laffer muestra que el incremento de los tipos impositivos no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal. La característica más importante de esta curva reside en que indica que cuando el tipo impositivo es suficiente alto, si se sube aún más, los ingresos recaudados pueden terminar disminuyendo.

Por tanto, con esta definición ya queda demostrado que no necesariamente una subida de impuestos supone una mayor recaudación fiscal. Ahora bien, si existe un argumento lógico lo podemos desglosar con la definición de la demanda agregada, donde DA = C + I+ G + (X-M) = Y = OFERTA AGREGADA

   • Demanda Agregada es la suma de la demanda por bienes y servicios de todos los agentes económicos.
   • C: Consumo privado.
   • I: Inversión privada.
   • G: Gasto público.
   • (X – D): Efecto de las exportaciones menos las importaciones.

Según el siguiente razonamiento lógico, si se aumentan los impuestos, habrá dos consecuencias inmediatas, la primera, una disminución del consumo privado de los hogares y las empresas, y por otro, un descenso de la inversión con el consecuente aumento del ahorro.

A raíz de esto, habrá menos dinero para consumir, lo que se traduce en una disminución del gasto con lo que la producción de muchas empresas disminuirá y esto podría suponer reorganizar o bien la plantilla o bien los salarios de muchas empresas.

Si continuamos  la lógica de hechos, si se consume menos y se produce menos, se obtienen menos beneficios, y por tanto disminuye tanto la riqueza de los trabajadores como de las rentas más altas (empresarios). Se llegará a un momento que esta subida de impuestos haya creado un efecto contrario al inicialmente deseado.

Volviendo a la fórmula de la demanda agregada, esta solo se mantendrá o incrementará si lo hace el gasto público o el saldo de las exportaciones es muy superior al de las importaciones y además, conjuntamente, equilibran la balanza con el consumo privado y la inversión.

Por tanto, tengo claro que este no es el mejor momento para subir los impuestos, que aún así, para que no influya en la demanda, tenemos que ser más productivos y vender más fuera, cosa que para mí actualmente es la clave del futuro para muchas empresas, palabra de uno que se dedica a la exportación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario