Hacía meses que no había vuelto a escribir en el blog, pero
un artículo me ha hecho plantearme un argumento básico que quiero compartir con
vosotros, y no es otra cosa que la reducción de salarios.
En este contexto, en Agosto de 2012 se ha planteado por
parte de Europa la necesidad de una bajada de los salarios, cosa que a priori,
y según el devenir que está teniendo toda esta situación, se llevará a cabo
casi con toda seguridad.
Así, el dogma actual se encamina en la necesidad de bajar
los salarios, lo que teóricamente se convertirá en un aumento de la
competitividad económica. La otra opción sería la devaluación de la moneda,
pero al estar en una política monetaria común, esta opción se plantea inviable.
Con esto se permitiría abaratar el precio de los productos y ser más atractivos
de cara al exterior.
En este punto, me hago una serie de preguntas a las que
intento dar respuesta:
¿En qué se basa el dogma?
El dogma está basado en la fe y no en evidencias
científicas. En este sentido, NO está realmente comprobado que este sea la
forma real de mejorar la situación actual. Un dato que por ejemplo se podría
dar es que en el caso de aceptar la devaluación doméstica, una opción sería
hacerlo afectando a los beneficios empresariales, y no a los salarios. Esto es
del todo imposible en estos días, ya que se considera básico de cara a las
exportaciones à
Creencia, no afirmación y por tanto, sujeto a posible error.
¿Cómo están evolucionando las demandas domésticas de otros
países?
He aquí uno de los problemas más graves a los que nos vamos
a enfrentar y que podrían demostrar la tendencia errónea que se está siguiendo.
Actualmente, hay una política generalizada de bajada de salarios en Europa.
Partimos de la premisa que los principales importadores de nuestros productos
(Francia, Alemania, Portugal o Grecia, entre otros) prevén disminuir su demanda
en los próximos tiempos. Si a esto se le une una caída de la demanda interna
debido a la bajada de salarios, destrucción de empleo y disminución del gasto
público, entonces, nos dirigimos posiblemente a una agravación de la recesión.
¿Están las exportaciones compensando la caída de la demanda
interna?
La respuesta es NO. Los datos existentes dicen efectivamente
que la apuesta por la demanda externa está perdiendo la partida contra la
demanda interna, la cual debilita en gran medida la recuperación económica de
nuestro país.
¿Hay algún ejemplo sobre esta situación?
El primero sería Grecia, gran exportador antes de iniciarse
la crisis en 2008. Los salarios han bajado pero ello no ha supuesto ni un
crecimiento de las exportaciones ni de las inversiones. Lo único que ha subido
han sido los beneficios empresariales que se han disparado alcanzando una cifra
equivalente a un 12% del PIB griego. Mientras, la economía griega está yendo de
mal a peor.
En el caso de Latinoamérica, en su momento se apostó por la
demanda interna como eje para salir de la crisis en la que estaban años atrás.
Actualmente, son varias de sus economías las que mayor crecimiento tienen a día
de hoy.
Con estas reflexiones, lo que quiero hacer ver es que hay
más caminos que se pueden utilizar para salir de la crisis actual, y que no
necesariamente ciertas medidas que se están tomando son las adecuadas. Sin
embargo, solo el tiempo dirá si se estaba en lo cierto.
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